Simbólicamente, el pequeño círculo central del mapa representa a la Tierra. Este es el punto de partida natural, puesto que en la Tierra nacemos y vivimos. A su alrededor, los doce signos del Zodíaco forman una banda circular a lo largo de la elíptica, ocupando cada uno un campo fijo de 30°. Dentro de estos campos se mueven los planetas, pasando, a distintas velocidades, de un signo del Zodíaco al siguiente en circuitos ininterrumpidos. En cualquier momento pueden medirse los ángulos que forman con la Tierra.
En astrología, el instante del nacimiento se considera decisivo para la vida de una persona, y los cálculos de la Carta Natal recogen con exactitud la posición que ocupaban los planetas en ese momento. De esta manera, el horóscopo personal indica un patrón de acción cósmica irrepetible para ese momento y lugar.
